martes, marzo 13, 2007

Degradacion del planeta Pluton:


El jueves 24 de agosto de 2006, los expertos aprobaron una definición de planeta que degradó a Plutón a una categoría menor. El científico principal encargado de la misión robótica a Plutón de la NASA criticó duramente la decisión y la calificó de "vergonzosa", mientras que el director del Comité de Definición de Planetas (CDP) de la IAU, encargado de tomar la decisión sobre las definiciones de planeta afirmó que el voto había sido de hecho "secuestrado".


La votación se llevó a cabo durante la asamblea general de la Unión Astronómica Internacional (IAU por sus siglas en inglés), en Praga, que se extendió por diez días. La IAU es el organismo oficial encargado de adjudicar nombres en el campo de la astronomía desde 1919, pero de los más de 8 800 miembros del organismo, participaron 2 700 y sólo 424 astrónomos permanecieron hasta el último día del encuentro y participaron en la votación.

La propuesta inicial de la IAU de agregar tres nuevos planetas al Sistema Solar -el asteroide Ceres, Charon (la luna de Plutón) y el mundo distante conocido como 2003 UB313- se topó con una oposición considerable. Lo que siguió fue un acalorado debate que generó cuatro propuestas.

Eventualmente, los científicos adoptaron los parámetros históricos que colocan a Plutón en una categoría secundaria: la de "planeta enano".

Poniendo límites

El Doctor Alan Stern, quien dirige la misión a Plutón "Nuevos Horizontes" de la NASA, y que no votó en Praga, le dijo a la BBC: "es una definición horrible, absurda, y no pasa el examen de los expertos, por dos razones".

"Primero, es imposible establecer una línea divisoria entre planetas y planetas enanos. Es como si dijésemos que las personas no son personas por una razón tan arbitraria como que 'porque tienden a vivir en grupos'".

"Segundo", agregó, "la definición en sí es peor, porque es inconsistente". Uno de los tres criterios para definir qué es un planeta establece que "el espacio a su alrededor debe estar despejado". El problema de Plutón es que su órbita -marcadamente elíptica- se superpone con la de Neptuno.

Sin embargo, Stern señala que la Tierra, Marte, Júpiter y Neptuno tampoco tienen un espacio tan despejado a su alrededor. La Tierra orbita con unos 10.000 asteroides relativamente cercanos, mientras que Júpiter está acompañado en su recorrido por 100.000 asteroides.

Estas rocas son esencialmente trozos de desechos que quedaron desperdigados cuando se formó el Sistema Solar, hace más de 4.000 millones de años.

"Si Neptuno hubiese despejado el espacio que lo rodea, Plutón no estaría allí", agregó el científico.

Stern dijo que otros astrónomos que compartían sus principios lanzaron una petición para que Plutón recupere su categoría de Planeta. Como parte de esta iniciativa, crearon unas pegatinas para colocar en los automóviles (y que pueden adquirirse por internet) que dicen: "Si crees que Plutón es un planeta, toca la bocina".

También han enviado mensajes de correo electrónico donde describen a la IAU como la "Unión Astronómica Irrelevante" (por Internacional).

Un arreglo poco conveniente

Owen Gingerich presidió la reunión del el Comité de Definición de Planetas, compuesto por siete personas, entre los que habían astrónomos, escritores e historiadores de reconocimiento internacional, y contribuyó a desarrollar la propuesta inicial, elevando el número total de planetas a 12.

Este profesor emérito de Harvard afirmó que el resultado se debía en gran medida a una "revuelta" de los dinamicistas, los astrónomos que estudian el movimiento y los efectos gravitatorios de los objetos celestes.

"En nuestra propuesta inicial utilizamos la definición de planeta preferida por los geólogos planetarios. Los dinamicistas se sintieron tremendamente insultados por que no los consultamos. Y eran tantos, que al final se creó una gran protesta", señaló Gingerich.

"La revuelta creció tanto como para destruir la integridad científica y la sutileza de la resolución (inicial)".

Y agregó que "durante el encuentro en Praga había 2.700 astrónomos. Pero sólo un 10% de ellos votaron por la tarde. Los que no estaban de acuerdo y estaban decididos a bloquear la otra resolución se presentaron en masa y superaron al grupo que pensaba: 'y bueno, ésta es una de las tantas cosas en las que está trabajando la IAU".

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